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Jan 05, 2024

Casa Engawa / FORarquitectura

+ 18 Descripción textual proporcionada por los arquitectos. Donde los surcos de la tierra fértil dejan ver las piedras del subsuelo, se levanta una sencilla y humilde vivienda de finales del siglo XIX. el imponente

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Descripción textual proporcionada por los arquitectos. Donde los surcos de la tierra fértil dejan ver las piedras del subsuelo, se levanta una sencilla y humilde vivienda de finales del siglo XIX. El imponente pudor de su mirada vigila el paisaje agrícola y se relaciona con él abriendo sus brechas al territorio.

Una infravivienda centenaria y carente de recursos sanitarios, espacios interiores insalubres por falta de ventilación, mala calidad del aire interior por la presencia de humedades capilares, ausencia de herramientas de apoyo térmico para combatir la época más fría del año y dudosas condiciones de seguridad hacen la construcción antigua no es apta para ser habitada.

Pero la fuerte relación de la arquitectura y el programa del edificio con el contexto rural, la aparición de un tipo de bloque de piedra conocido popularmente como Cantilla entre sus muros de carga (utilizado en la construcción de las Naves de la Catedral de Málaga durante el siglo XVIII), la la memoria histórica y paisajística, y la intención de preservar el patrimonio rural que, desgraciadamente, está siendo silenciado; Impulsa y alimenta la preocupación del arquitecto por no dejar morir una construcción que es tan humildemente la biografía de una sociedad acérrima que enriqueció silenciosamente la economía regional, la Axarquía.

La intervención interior consiste en la consolidación estructural de una cubierta que estuvo al borde del colapso debido a la flexión de las vigas de madera que la sostenían, al estar debilitadas por la carcoma. Para sostenerlos se proyecta una subestructura de hierro. En el interior de la vivienda se respeta la distribución, optando únicamente por la rehabilitación de espacios mediante la aplicación de materiales que se funden en una atmósfera atemporal y conviven con los recuperados. Así, en las zonas de baño, pasillo y dormitorios, las paredes se revisten hasta una altura de 2,10 m (altura de dinteles de puertas) con azulejo catalán de 14x28 cm, generando un tapiz vertical que abriga al usuario en un ambiente cálido.

El ritmo de estos azulejos se altera al llegar al baño, cambiando sus dimensiones a 5x25 cm en mueble lavabo y pared, para resaltar su función. Las baldosas cerámicas esmaltadas en negro indican zonas húmedas como la bañera o la encimera de la cocina. Los suelos de baldosas de terracota se raspan y lijan para limpiarlos y luego se protegen con una película de resina. Morteros blancos de cal natural ascienden por los muros generando un ambiente saludable que permite que los muros respiren y evita la condensación. Estos materiales cerámicos contribuyen a la amortiguación térmica interior, proporcionando frescor cuando se está a la sombra durante la estación cálida o reteniendo el calor acumulado en las paredes durante la estación fría.

El área ubicada en el lado este de la casa contiene el programa nocturno e íntimo (baño, pasillo y dormitorio), mientras que la nave orientada al oeste alberga el área más pública (salón/taller y cocina). Esta diferenciación entre espacios, uso y programa se enfatiza aún más con un diseño de interiores basado en la creación de ambientes donde la materialidad, la luz y el confort térmico abrazan al usuario y lo transportan en un viaje rítmico introspectivo a un plano sensorial donde la sobriedad, la calma, y la hospitalidad invitan al usuario a reflexionar y contemplar el espacio-tiempo.

Un lugar atemporal protegido de la invasión urbana. Que propicie la reflexión sobre la vida de una obra, su historia y su relación con el lugar para motivarnos a pensar en nuevas formas de vida y el modelo de arquitectura sostenible del futuro. ¿Cuáles son las necesidades básicas del ser humano para habitar un espacio?